Esta asignatura se cursa durante el último año de la carrera, cuando el estudiante alcanzó un nivel de conocimientos técnicos y específicos sobre la práctica del diseño que lo posicionan como futuro profesional, frente a la inminente salida al campo socio-productivo. Dado que la calificación de profesional no está vinculada sólo a los conocimientos o al título habilitante, sino que también hace referencia al compromiso y la ética en el desarrollo de sus actividades laborales; la materia tiene como objetivo ayudar a formar diseñadores conscientes del impacto que generan las acciones de su trabajo en el medio cultural, social y productivo. Para lograrlo, utiliza conceptos y herramientas generadas por la sociología, que permiten conceptualizar y crear categorías de análisis que dan la posibilidad de construir una concepción holística de los alcances del diseño como actividad proyectual y productiva.